Por 8 años consecutivos Lufussa se ha sumado al programa de conservación de la Tortuga Golfinas en Honduras. Su aporte ha contribuido con la preparación de 5 sitios de incubación artificial de esta especie, así como al mantenimiento del programa. En el cual participaron 40 pescadores de Punta Ratón, Cedeño, Boca del Río viejo, Punta Condega y carretales.
En esta oportunidad autoridades gubernamentales, representantes de empresas privadas y organizaciones ambientales asistieron al evento de liberación para contemplar la vuelta al mar de aproximadamente 20,000 tortugas Golfinas recién nacidas.
El evento fue posible gracias a la restricción en la recolección de huevos para fines comerciales durante 25 días. Lo cual permitió que los huevos fueran rescatados, cuidados y anidados artificialmente por todos los miembros que hacen posible el rescate de la fauna marina en las playas del Océano Pacífico en Honduras.
El programa de conservación, no solo contempla el cuidado y rescate de las tortugas, sino que además involucra a las comunidades vecinas de Punta Ratón, Boca de Río Viejo, Cedeño, Carretales y Punta Condega, ubicadas en el municipio de Marcovia, Choluteca para que formen parte de la actividad y se solidaricen con la preservación de la fauna local.
Legado que trasciende
“La zona sur, y especialmente el Golfo de Fonseca, ha sido un lugar muy especial para nosotros como empresa y como familia. Prácticamente hemos convivido con las especies marinas de esta zona, lo que nos ha permitido ver con preocupación el proceso de declinación drástica de las poblaciones de tortugas marinas y otras especies. Hace ocho años decidimos apoyar con recursos y logística el programa Proyecto de Anidamiento Semi-Artificial de la Tortuga Golfina coordinado por la Comisión de Verificación y Control Ambiental del Golfo de Fonseca (CVC-Golf) que ha logrado la liberación de 400,000 tortuguitas a esta fecha. Nos enorgullece ser parte de este logro”. Fueron las palabras de Luis kafie, cofundador de Lufussa.
Por su parte, Christopher Kafie, representante de la junta directiva de Lufussa agregó que “desde los tiempos de mi abuelo Chito, que hace más de 80 años, muy jovencito, comenzó su carrera empresarial como comerciante en lo que era el puerto de Amapala. Luego se aseguró de enseñarles las bellezas del golfo de Fonseca a sus hijos Schucry, Luis (mi padre) y Eduardo Kafie, a quienes traía desde pequeños a las playas de Cedeño, una tradición que ahora nosotros le estamos traspasando a nuestra cuarta generación, a nuestros hijos”. Con lo que reiteró el compromiso de la empresa para continuar trabajando en pro de la conservación de la fauna marina de Honduras, un legado familiar que trascendió a la familia Lufussa.
