Ideas de negocios

El camino del éxito depende de cuáles ideas de negocios tengas

Las ideas de negocios del siglo XX gozaban de muchas ventajas que tal vez hoy no lo son tanto; me explico, cuando comencé en la industria energética, por ejemplo, había una autonomía en la gestión de las empresas, pero también una mayor seguridad en los mercados de inversión. Es decir,  teníamos seguridad de nuestra  tasa de retorno en una inversión.

Esto sucedía porque, en verdad, había mayor estabilidad en los mercados y, al mismo tiempo, contábamos con una capacidad de endeudamiento, si no excelente, confiable para los bancos. Así accedíamos a créditos para apalancar nuestras empresas. 

Es decir, la estructura de negocios  tradicionales generaban autoempleo, más que nada. Y lidiaban con una estructura un tanto más burocrática. Pues, sus operaciones eran a nivel local, esto es, estatal; sin mucha o nada de incidencia en el mercado global.

Hoy, cuando la globalización económica se hace más clara, puedo decir que muchas reglas del juego han mutado, lo que vuelve más dinámica la actividad empresarial y, por lo tanto, nuestro modelos de negocios.

Casi podría decir que hoy las viejas seguridades de inversión se han emborronado, debido a las recurrentes fluctuaciones del mercado mundial (mucho antes de la pandemia) y a las contracciones en los mercado nacionales donde se movían la mayoría de las empresas en la región.

Poniéndolo más claro, quien abrigue una idea de negocios dependiente de subsidios, de acceso a créditos dados por bancos centrales, para luego, solo afinar aspectos de producción, distribución y consumo, podría estar perdiendo de vista los cambios estructurales que se vienen dando en las últimas décadas, al menos en Centro América. 

Internacionalización de las empresas

Y es que nuestras economías ya no son parroquiales, sino que obedecen a una voluntad de sistema, lo que quiere decir, que si uno de los elementos del flujo económico se ve torpedeado afectará al resto en mayor o menor grado. Lo vimos con la crisis económica del 2008 y en la llamada Guerra de Irak. Hay muchos ejemplos a lo largo del siglo XX.

Por eso, considero que una idea de negocio acertada debe pensar en la globalización, en este nuevo paradigma que implica una división del trabajo a nivel transnacional. Por ejemplo, en el mercado de bienes y servicios ya hace años que hay una fuerte inversión de capital occidental en el sudeste asiático que, posteriormente, se comercializa en Europa y América. 

Hoy, el flujo de capitales es global, como global deben ser tus ideas de negocios. Una empresa lo suficientemente dinámica y flexible que pueda operar en el Oriente y en el Occidente será una empresa fuertemente competitiva y escalable. 

anális de riesgo

¿Por qué la gestión de riesgos será clave este 2021?

Ahora, después de tanto, podemos preguntarnos cuáles son las acciones que consideramos como parte de un plan de gestión de riesgos, sobre todo si pensamos en aquella frase de marras según la cual el aleteo de una mariposa puede causar un huracán en el polo opuesto del mundo. Recordemos que la pandemia comenzó en China pero alcanzó rápidamente nuestro continente y en particular a nuestra amada Honduras.

Como líderes de empresas tenemos experiencia para responder ante eventualidades imprevistas, pero la verdad, es que en este caso de la pandemia no alcanzamos a medir la dimensión del caos, ni su inconmensurabilidad. Apenas, luego de que la esquirla de un virus, en principio  local, fuese activada, mutando en pandemia,  pudimos correr y mal que bien sobrevivir para contarlo; otros, lamentablemente, fueron derribados y sus empresas parte del recuerdo de los caídos.

En mi trayectoria de décadas en el campo empresarial hondureño, jamás viví algo similar. Y dudo que alguno pueda decir que sí sabía bien que en el 1er trimestre del 2020 la bestia se erigiría posándose sobre la tierra entera, paralizándolo todo. 

Ahora bien, para asegurar nuestra recuperación y continuidad empresarial este 2021, debemos centrarnos en el factor precaución. Concienciar que es imperativo considerar estratagemas sobre aquello que, aun cuando su posibilidad de afectación sea poco probable, nos pueda evitar un golpe de muerte.

Gestión de riesgos en la nueva normalidad

Aerial view of business data analysis graph

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¿Alguien podría predecir en el siglo pasado que un pintor apenas con talento iniciaría la Segunda Guerra Mundial, invadiendo casi la totalidad de Europa? No. Pero, sin embargo, había indicios para precaver y reducir el caos.

Lo que puedo deducir de casos similares es que aun reconociendo una serie de evidencias e indicios que anuncian escenarios desastrosos, se escatima en los recursos para contenerlo, y esto debido a muchas variables. 

Ya a posteriori, es que puedo asegurar que en el caso de la pandemia, en su etapa más feroz, muchos empresarios pensaron más en los costes que implicaba un plan de gestión de riesgos, que en los riesgos. Optaron más por escatimar en la inversión de planes, que en las consecuencias. Para quien suscribe, está más que claro que debemos invertir en planes de gestión empresarial este 2021.

En este sentido, la inversión en análisis de riesgos será fundamental, pues con la ayuda de la ciencia estadística manejaremos datos más fiables y predictivos sobre posibles escenarios a mediano plazo, para nuestros respectivos sectores productivos. Aunque la mayoría de las veces los datos tarden en aparecer y la realidad adversa se anuncie.

Es por esto que invertir en la preparación de nuestros líderes en gestión de empresas es también un factor a tomar en cuenta. Un liderazgo que no solo tome datos de números, sino que sepa interpretar la incertidumbre, con razonamiento lógico, ofreciendo posibles escenarios que ayuden en la toma de decisiones.

En la gestión de riesgo implica también un papel individual del empresario. En este caso me refiero a la actitud ante los datos y los indicios. Cuando hablo con otros profesionales y menciono la necesidad de medidas precaucionarias, aflora el escepticismo, sobre todo en los más jóvenes. La comunicación de riesgos será fundamental.

Por ejemplo, las medidas regulatorias producto de los decretos de los Estados van a incidir en nuestro desempeño como empresas y será una práctica regular y acentuada de manera particular en este nuevo año. La intervención estatal en campos como la economía puede hacerse intransigente, lo que nos obliga a contemplarlo como parte de una gestión de riesgos. Pero muchos parecen no verlo tan claramente, o no querer verlo.

¿Qué puede significar que el Estado intervenga aún más en la economía? Primero, que incide en nuestros modelos de negocios, segundo, restará autonomía a los mercados. Así, por ejemplo, pueden achicarse los horarios de trabajo, recortarse los créditos y nuestra capacidad de endeudamiento ¿Ya estamos pensando en esto?

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Termino con lo dicho al principio, una pequeña variable por mínima que sea, puede afectar la totalidad del sistema hasta causar un huracán, otro, aparte del que lidiamos ahora. Así que la gestión de riesgos empresarial debe ser tema clave y sobre todo, no debemos escatimar tanto como quisiéramos en ello, so pretexto de no tropezar con la misma piedra.

Lk consumo eléctrico conciente

Fomentemos el ahorro energético eficiente en nuestras empresas

Aunque se nos hable una y otra vez desde diferentes flancos comunicacionales de un nuevo orden al que todos debemos entrar porque sí; no podemos dejar de lado lo que somos, así como las causas en las que creemos. Por ejemplo, del valor que le damos al consumo energético eficiente, porque apoyamos el bienestar ambiental.

Pues, mantengo que por más nueva normalidad que venga, hay valores y prácticas que debemos mantener, como empresarios. Así lo he hecho desde que comencé. Por ejemplo, cuando tuve conciencia de la necesidad de hacer más eficiente el consumo eléctrico como hábito y necesidad; ya hace varias décadas.

El consumo energético debe ser consciente

Podemos creer que dios nos proveyó de esta inmensa y rica naturaleza para que nos demos un destino más humano y acorde a nuestra especie, pero también deberíamos pensar que esa fuente de la que bebemos no es en lo absoluto ad infinitum.

Cuando hablo de que el consumo de nuestros recursos sea consciente, aludo a dos cosas. Primero a la escasez, y segundo, a lo perentorio del consumo eficiente de energía hidroeléctrica. Y sé que es verdad que todo nuestro confort va de la mano con el consumo eléctrico; nuestra civilización depende de ello. Como empresarios podemos hacer que nuestro modo de vida, impacte menos en los recursos medioambientales.

Podemos hacer muchas cosas para ahorrar energía 

ahorro energético

Porque somos empresarios, nuestro mundo gira entorno a dos caras; por una parte la economía de recursos y, por la otra, la productividad, que saquemos de esa economía de los recursos con que contamos. Economía como ciencia de la escasez, pero tendiendo siempre a la máxima productividad. El viejo lema de la antigua Grecia: de lo poco mucho.

Teniendo esto claro, podemos ver que, lejos de reducir nuestra capacidad operativa, poner en práctica un consumo energético eficiente y en pro del ahorro energético nos beneficia, y razones hay muchas. 

Veamos algunos de estos beneficios más detenidamente.

Economía

El abaratamiento de costes ha sido una constante en cualquier empresa y en cualquier actividad económica. El consumo energético que vaya de la mano con la eficiencia energética no solamente consigue ahorrar, esto es algo que hay que saber. Pues también nos hace más competitivos porque abaratamos costos precisos. Y ya sabemos bien cómo fluctúa el mercado de energías fósiles, que tiende al alza. Así que por ese lado ganamos un poco.

Cultura empresarial

Ahorrar en consumo energético, además,  ha llevado a muchas empresas a ser más creativas. He sido testigo de ello, de cómo la búsqueda de un consumo más eficiente de la energía lleva  a empresas a iniciar nuevas líneas de investigaciones e invenciones  tecnológicas, que a mediano plazo resultan sumamente rentables.

Reputación

Otra de las ganancias que muchos colegas no se detienen a analizar, cuando se habla del ahorro energético es del capital simbólico que aporta a nuestras empresas. Pues, como empresarios siempre hemos dado aportes a la sociedad, pero hoy debe hacerse más patente nuestra responsabilidad social empresarial, para robustecer al gremio y ser ejemplos a seguir.

Entonces, como yo lo veo, el consumo energético consciente es una tarea pendiente que podemos empezar a afinar este año 2021, teniendo muy presente que además de contribuir a la sustentabilidad y optimización de nuestras empresas, también estaremos dejando un mejor planeta a las futuras generaciones, a nuestros hijos y nietos. Y esto por sí mismo es loable. 

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Desafíos para la gestión empresarial post Covid-19

Henos aquí en otro año más, en apariencia. Y digo en apariencia porque hemos sobrevivido a un año que nunca comenzó.  Una especie de holocausto que, sin duda alguna, afectó todos los órdenes de nuestra vida, y en particular de la gestión empresarial en Honduras; lo que da muestra de nuestra resiliencia empresarial.

No obstante, como si de una secuela de ciencia ficción se tratara, aún nos quedan retos y desafíos que superar en la organización empresarial; remanentes todos del Covid-19, que al parecer nos acompañarán en todo lo que resta del año en curso. 

Es por esto, que hoy me gustaría compartir algunas reflexiones sobre cuáles son estos retos para la gestión y administración de una empresa en este 2021, pero también de las herramientas que podemos desarrollar para hacer frente a posibles adversidades y hacer que sea un año exitoso para todos.

La gestión empresarial en el 2021, factores a tener en cuenta

Escasez e imposiciones fiscales

Previo a  que se comenzara a hablar de la nueva normalidad, ya muchos empresarios y colegas allegados veíamos indicios que apuntaban a cambios puntuales dentro de la organización empresarial

El más evidente ha sido el acoplamiento de la telemática y, seguidamente, de internet en los procesos de trabajo generando modelos de negocios nuevos.

Pero, otros cambios de carácter más económicos señalaban lo que a mi parecer se puede resumir en una palabra clave que describe nuestra situación actual: escasez. Y que, hoy lo vemos mejor, se ha acentuado con la pandemia mundial. 

En efecto, cuando hablo con otros empresarios informados en temas económicos, concuerdo en que los instrumentos tradicionales de endeudamiento para las empresas serán más reducidos en este 2021, porque los bancos centrales deberán hacer ajustes según ciertas imposiciones fiscales.

Plazas bursátiles

Por otra parte, las plazas bursátiles que veíamos seguras para la inversión ya no lo parecerán tanto; el crudo que representaba uno de los  mercados sólidos -por ejemplo-  sigue y seguirá estancado. 

Asimismo debemos empezar a abandonar aquella creencia en un mercado de masas robustecido. Hablamos de un efecto dominó que empieza en la economía mundial y permea el resto de sectores económicos.

Momentos de pensar y analizar

Más que alarmarnos, creo que estamos en momentos de pensar más y hacer menos. En mi caso, procuro reunirme con mis colaboradores para pensar juntos las claves a considerar en la administración empresarial del año que comienza.

Mientras mayor información manejemos, mejor. Pero este conocimiento no está archivado e inmutable en nuestros ordenadores. La realidad está cambiando a pasos acelerados. Y esto nos empuja a construir un conocimiento colectivo y de primera fuente. Aquí la importancia abrir la comunicación con nuestros socios, colaboradores, etcétera. Y todo apunta que tanto la salud como la economía irán muy de cerca en este año. 

Salud y economía  deben ser claves en la gestión empresarial

Desafio empresarial

En efecto, con la llegada de la pandemia no es difícil imaginar que nuestra cultura empresarial irá mutando y tendremos que asumir nuevas formas know-how. Y la verdad es que esto es algo que nunca nos ha abandonado, como empresarios. Siempre la gestión de empresas debió actualizar sus procesos de trabajo, pero en tiempos tan cambiantes como el de ahora, esto se ha convertido en una urgencia. 

Desfragmentación del trabajo

Por ejemplo, en la práctica empresarial más tradicional, recuerdo, la gestión de los recursos  y su disposición eran administrados de forma centralizada. Dominamos todas las fases de producción, una a una. Sin embargo, fenómenos como la globalización y la pandemia han impuesto aún más las formas de trabajo dispersas, que ya muchos economistas advertían hace décadas.

Creo que el cuento de Leonard Read ilustra esa imagen de lo que será este 2021 en lo que refiere a la administración empresarial con el siguiente fragmento de su famoso cuento alegórico Yo, el lápiz:

«No hay un solo individuo entre todos esos millones de seres, incluyendo al presidente de la compañía de lápices, que contribuya a mí elaboración más que con una infinitesimal parte de conocimiento o know-how . La única diferencia que existe entre el minero que extrae el grafito en Ceylán y el leñador de Oregon está en el tipo de know-how que ambos poseen. Ni el minero ni el leñador pueden ser dejados de lado».

Así es, en lo que a mí respecta, el mundo de la producción será cada vez más descentralizado, la tercerización de fases de producción bien podrían hacerse con más frecuencias, sin que nadie domine realmente todo el modelo de negocio de pies a cabeza. 

Esto, sin embargo, puede traer nuevas oportunidades en nichos donde se necesite una particular especialización, porque ya no habrá un centro de gobierno de la producción, sino nichos; no habrá un mercado de masas, sino segmentos, y así sucesivamente, a lo que toda gestión empresarial deberá adaptarse.

Salud psíquica

Más allá de los factores técnicos también me gustaría aconsejar, que tengamos más presente al ser humano, el estado psíquico de nuestro talento humano. Pues, escucho en mi círculo de allegados algo de pesimismo sobre nuestra recuperación estructural de la vida y las finanzas. Es decir, pienso que una estrategia del cuidado  debe ir hacia dos frentes, a saber, el de la salud física (prevención del contagio…) y la salud psíquica, que se  manifiesta en desesperanza ante el futuro.

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Entonces, la gestión empresarial debe hacerse más comunicativa y humana en este 2021, para construir redes de contactos en toda la estructura empresarial que velen por este proceso complejo que nos afecta, pero también -y sobre todo- de los caminos a la recuperación posible y viable que entre todos podemos comenzar a allanar.

Este binomio estará muy aparejado  este año que comienza. La salud y la economía serán, además de un desafío para la gestión empresarial, los motores de la recuperación que necesitamos comenzar ya. Es el año de implementar estrategias en torno a la bioseguridad, la motivación personal para lograr la recuperación efectiva de nuestra productividad.

Inteligencia emocional

La inteligencia emocional en la administración y dirección de empresa

Más allá de las habilidades técnicas, muy necesarias para todo gerente ejecutivo, está otra habilidad o tipo de inteligencia menos técnica. Es decir, la inteligencia emocional. Muchos pueden cuestionar esta idea y preguntarse qué tiene que ver la emocionalidad con la administración y dirección de empresa… Y no sin razón.

Para los que conocimos formas de liderazgos más tradicionales empleadas a finales del siglo pasado, quizás hablar del rol de la  emocionalidad en la gestión de empresas es algo extraño, porque para aquel entonces el pragmatismo técnico imperaba en la mentalidad empresarial, solapando nuestra condición antropológica de seres complejos.

No obstante, en el decurso de estas últimas décadas he notado que empezamos a tener más conciencia sobre la complejidad de nuestro espectro humano, de nuestra mente y de cómo esta posee múltiples inteligencias, en la que la racionalidad técnica es apenas una de tantas. Datos que ahora suelen incluir en la dirección de empresa muchos ejecutivos.

La administración y dirección de empresa desde la inteligencia emocional

Hay muchos, tal vez demasiados conceptos de qué es la inteligencia emocional en los portales web. Sin embargo, me gusta explicarlo desde nuestra propia experiencia personal y cotidiana para que se capte mejor la idea. 

Por ejemplo, a todos nos ha pasado alguna vez que cuando nos levantamos no nos sentimos con buen ánimo. Y sin embargo, estamos bien económicamente, nuestra familia está bien, y todo, objetivamente hablando, lo está. ¿Qué sucede entonces? En saber identificar este qué sucede radica la inteligencia emocional.

Gestión de las emociones

Me atrevería a hablar prospectivamente, para decir que el nuevo liderazgo en la administración que desarrolle sus otras inteligencias será un administrador de emociones, pero solo en la medida en que pueda interpretar correctamente el estado de ánimo de su recurso humano, para gestionarlos y canalizarlos de manera tal, que ello no implique la obstrucción de los procesos de trabajo, sino lo contrario.

Cuando comencé en el competitivo mundo de los negocios, estas empresas tradicionales que experimentaban bajones en el estado de ánimo del personal de trabajo recurrían a las vacaciones adelantadas.

Craso error, porque ello no garantizaba que su talento humano retornará más productivo. Esto pasaba porque el liderazgo tradicional era pragmático, tal vez carente de inteligencia emocional. Las consecuencias que se derivaban de esto eran desde renuncias voluntarias de todo un departamento hasta baja productividad laboral dentro de la compañía.

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Hoy, un líder al frente de la administración y dirección de empresas debe saber identificar el estado psíquico y/o anímico de su equipo de trabajo, porque solo al comprender estos espectros de la emocionalidad humana es que podrá motivarlos e inspirarlos recuperando la productividad y cambiando el entorno empresarial para mejor.

Lk Relaciones institucionales

¿Cómo fortalecer las relaciones institucionales de cara al 2021?

El 2020 ha sido un año atribulado para todas las empresas. Me atrevería a decir que, incluso, ha sido un año que desarticuló de manera especial las relaciones institucionales que traíamos antes de la pandemia mundial por el coronavirus, con nuestros colaboradores y demás instituciones.

Por esto y más, este cierre de año se presenta como una oportunidad única para mirar al futuro, tendiendo los lazos interinstitucionales porque son parte de un conjunto de piezas claves que nos ayudarán a mantener a flote proyectos de negocios, de cara al próximo año.

Aunque el covid-19 es un factor peligroso para la economía empresarial de Honduras. Lo cierto es que no es la primera vez que nuestras empresas experimentan caídas en sus niveles de producción y sus lazos institucionales se ven mermados. Debemos poner esfuerzos en fomentar estas relaciones con otras instituciones.

Recuperar el tejido de nuestras relaciones institucionales

Cómo vencer la duda y ser más seguro de sí mismo

Cómo vencer la duda y ser más seguro de sí mismo

Las relaciones entre instituciones tienen una razón de ser, una suerte de contrato social que busca materializar y articular una voluntad grupal con unos objetivos compartidos por la comunidad que las conforma, bajo objetivos y metas que las cohesionan.

Pero, decía más arriba que hoy nuestros lazos institucionales se han visto fracturados y han debilitado estas relaciones. Por ello pienso que es importante que en este final de año te enfoques en armar una estrategia eficaz para engranar y afianzar los lazos institucionales perdidos. 

Pues, son estas relaciones las que te mantendrán vivo dentro de un círculo de influencias que, de plano, se suponen beneficiosos para ti y tus proyectos futuros.

Una acción en esta dirección no debe, como quizá muchos empresarios jóvenes creen, implicar tretas y ardides que simulan lo que no. Sino al contrario, acciones honestas, afectivas y/o asertivas. De las que  podría enumerar las siguientes:

Comunicación efectiva

Puedo acotar desde mi experiencia que el principio, el primer paso para rearticular nuestras relaciones interinstitucionales comienzan en la comunicación. Una comunicación efectiva, que persuada con buenos argumentos, y dé un panorama a tus receptores e interlocutores de tu buena disposición y ánimo para seguir con paso firme trabajando en proyectos comunes.

Estudiar el entorno de tus relaciones

No podemos generar lazos institucionales sólidos si desconocemos la coyuntura que nos envuelve, porque necesitamos saber dónde estamos como cultura empresarial, para identificar y dibujar posibles ensayos de actuación en conjunto.

Tienes que tener seguridad

Hoy muchos acuerdos en este rubro de la economía se han disuelto, debido a la pandemia. Lazos que parecían sólidos han quedado en el recuerdo. Es así que, la seguridad y el convencimiento que tengas de que es necesario recuperar esas relaciones, esos lazos, es un deber ser. De lo contrario la comunicación será fallida, porque, lo dicho más arriba, no hay honestidad en el discurso.

Una vez que comiences a trabajar en recuperar y fortalecer tus relaciones institucionales lo demás se da por añadidura. Esto es, tener un mayor reconocimiento en tu nicho porque tu imagen corporativa cambiará para mejor, antes instituciones privadas o públicas. Y esto no es poca cosa. Así que ¡suerte!