Pensar positivo

Cambia tu mente y cambiarán tus proyectos empresariales para mejor

Es en las peores tormentas en las que han nacido los mejores proyectos empresariales. Así es, los proyectos no vienen dados o embalados de antemano, sino que son más bien un embrión de aquello que esperamos ver formado y consolidado en un futuro próximo, pero que tenemos que dibujar desde nuestro presente con lo aprendido en el pasado.

Crear un proyecto empresarial es, en cierto modo, un ejercicio de imaginación. He conocido personas con grandes recursos económicos para iniciar un proyecto empresarial ambicioso, y personas con grandes recursos creativos para levantar una empresa desde cero. Los primeros han desaparecido con el pasar del tiempo; los segundos en cambio continúan.

Pienso que el principal recurso con el que cuenta un empresario, primeramente, está en su mente y secundariamente en el capital monetario. Lo que quiere decir que sin ideas no hay proyecto de negocios que valga. Pero te invito que veamos esto más claramente. Sigue leyendo.

Presta atención a tu mente y tus proyectos empresariales fluirán

Esto que digo no es un sofisma basado en la superstición, sino un axioma fundado en la experimentación científica y en mi propia experiencia en el abstruso mundo de las empresas.

Ideas de negocios

 

Hay dos factores que siempre obviamos, pero que se ponen en funcionamiento cuando comenzamos a buscar salidas e ideas para iniciar un negocio. Hablo de la mente y del lenguaje.

La mente, que se manifiesta en nuestra actividad neurológica está siempre presente, porque es de esta que nos vienen las percepciones que tenemos ante una situación dada, o un pensamiento cualquiera, que influye en nuestros estados de ánimos. Pero el lenguaje, en este caso el articulado, el de las palabras, que es el que nos interesa acá, se encarga de expresar esta actividad neurológica.

De manera que, si programamos nuestra mente cambiará nuestra actividad neurológica y expresaremos pensamientos positivos, resilientes, que alteran para mejor nuestra percepción del mundo, de nuestros planes de negocios, proyectos en la empresa, etcétera. Y esto es el recurso más importante acaso, que el monetario, porque nos da la fuerza vital para impulsarnos.

¿Qué ganamos al programarnos para nuestros proyectos empresariales?

Mucho. Porque creamos un orden. Programamos nuestro pensamiento y no al revés, donde estos nos dominan a nosotros, generando estados de ánimo que pueden ir desde la tristeza a la apatía y otros tantos que van en detrimento de nuestros objetivos. 

Por otro lado, adquirimos hábitos eficientes que nos ayudan de cara a cada idea de negocio que tengamos en ciernes y de allí materializarla con eficacia. Y es que los nuevos patrones de conductas que vayamos adquiriendo te hacen más propositivo y menos pasivo ante la realidad, por más gris que luzca el panorama.

 

logo-luis-kafie-350px1Dicho esto, puedes ver cómo tus proyectos empresariales empiezan desde tu cerebro a fabricarse, a tejerse, cuando logras dominar ese plus, que es el poder de tu mente, reprogramándola, para que ella no inicie un boicot en contra de ti mismo con palabras como:

 “quiero empezar, pero…” o, peor aún, “no creo que pueda…”

De manera que, en un principio, se trata de generar pensamientos positivos, que te hagan más resilientes, y puedas ver oportunidades donde otros solo ven obstáculos, y solo tengamos conductas exitosas.

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