Cómo manejar el fracaso: tips para el emprendedor
Cuando se comienza la aventura de emprender, bien sea en un nuevo negocio o un nuevo empleo, siempre surge la frase “fallar rápido” como una forma de enaltecer la importancia del aprendizaje que dejan los errores, y que los pequeños fallos en realidad evitan que se comentan los grandes, porque permiten disuadirlo un poco el campo en el que se está incursionando y lo frágil que puede ser ante una falla.
Sin embargo, todo el mundo te puede hablar de lo importante es aceptarlo, pero muy pocos se concentrarán en hacerte saber cómo manejar el fracaso. La mayoría de las veces la forma en la que se maneje el fracaso define a la persona, sus ideales y sentimientos más profundos. De hecho la evolución personal y profesional de cada quien se pone de manifiesto en su actitud a la hora de reaccionar ante las dificultades.
Pero como aquí estamos para aprender y mejorar como personas con actitudes de liderazgo, vamos a realizar un recorrido sobre aquellos aspectos que nos ayudan a saber cómo manejar el fracaso.
1.- Persistencia: Ningún emprendedor conoce el fruto de su esfuerzo si no se atreve a intentarlo una y otro y otra vez hasta lograr lo que se propone. Si analizas en retrospectiva te darás cuenta que tus proyectos anteriores tienen muchos aspectos que hoy día has mejorado muchísimo. Ningún emprendedor comenzó teniendo la empresa de sus sueños a la primera, fue una suma de esfuerzos, mejoras y reconocimiento de la verdadera esencia las que lo llevan al éxito.
Tener miedo es natural, pero siempre hay algo de te impulsa hacia adelante pese al medio, y eso es lo que te diferencia del resto de las personas.
2.- Protagonismo: Un emprendedor conoce todos los procesos involucrados en su actividad, porque le gusta ser el dueño de sus éxitos o fracasos. Si van a sobresalir lo harán por su esfuerzo y si van a fracasar, también. Esto no quiere decir que no permitan ayuda de los demás, o que no sepan delegar funciones. Sino que actúan de forma responsable y participativa de los procesos, de manera que si la falla es de ellos, lo aceptan sin excusas ni culpas a terceros.
3.- Reconocimiento: A veces lo más difícil es decir, “me equivoqué lo siento”, escucharlo es fácil, decirlo a veces no tanto. Ser capaz de reconocerte como un ser humano capaz de cometer errores es el primer paso para perdonarte a ti mismo por ellos. De esta manera reconocerlo ante los demás y pedir disculpas resulta más amigable para tu “yo interno”.
4.-Sensibilidad: Lejos de lo que puedas pensar, reconocer tus fracasos y pedir disculpas por ellos en el momento indicado logra que la credibilidad vuelva a tocar la puerta de tu negocio. Pues el ser auténtico, dinámico, y sensible es la mejor manera de empalizar con los demás. Hacerle saber al cliente que hubo un error humano en el proceso o que algo falló pero que ya están trabajando en eso, resulta un alivio para ellos.
5.- Aprehende: Saca lo positivo de la situación y haz una valoración ecuánime de lo sucedido. No para castigarte, sino para lograr ver los errores e intentar corregirlos a tiempo.
6.- Comparte: Enseñar a los demás es el mejor proceso para aprender. Comparte tus experiencias con otras personas, eso les ayudará a saber que no son los únicos en el mundo que han experimentado la sensación del fracaso y se han sentido mal por ello, ofrece algunas soluciones que le ayuden a ver una posible salida y sobre todo, ten una mano amiga para las demás personas.
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