Retos que enfrenta el desarrollo empresarial en la era de la globalización
Hoy, el tema del desarrollo empresarial representa un reto, porque nuestro mundo ha dejado de ser lo que era: aquel conjunto de pequeñas naciones cerradas sobre sí mismas o, un espacio ocupado por pequeñas provincias. Ahora, desde hace décadas atrás, los países han comenzado a abrirse plenamente al contacto con otras culturas, economías y políticas.
Esta experiencia de globalizarse puede asustar, cómo no. Me recuerda un poco a cuando éramos niños e íbamos creciendo hasta dejar el núcleo familiar, para salir al mundo a aprender de la vida. El crecimiento de una empresa es un poco así, es salir de la zona de confort donde están los mismos mercados, para experimentar y conocer otros que, aunque más competitivos, esconden grandes oportunidades.
Tu empresa en la era global
He escuchado a lo largo de mi dilatada participación en el mundo empresarial las más diversas posiciones entorno al fenómeno de la globalización y las finanzas; posiciones de colegas que veían en la apertura de los mercados el principio del final, hasta aquellos que, de una manera muy optimista, a veces ingenua, aseveraban que la descentralización y levantamiento de aranceles era una oportunidad única que nos haría crecer, así sin más.
Pero también, así como he saludado el desarrollo que efectivamente trajo a nuestras naciones las políticas librecambistas, que generaron una mayor dinámica, a tono con un mercado global, sumando a la generación de bienes y servicios, también digo, y siendo objetivo, que he atestiguado, aunque no sea esta la constante, afortunadamente, competencias desleales, no acordes a los principios de la sana competencia.
Entonces, con la globalización vamos descubriendo que, así como el mundo es diverso, los mercados y modelos de negocios también lo son. Pero, hay que saber discernir. Entender que, si bien ahora aprendemos de otros modelos que desconocíamos, debemos preguntarnos si ciertas economías globalizadas aportan a mi desarrollo empresarial.
Riesgos del desarrollo empresarial en la era de la mundialización
La globalización de las finanzas está llena de falsos oasis. Muchos empresarios, décadas atrás, fueron esos chiquillos corriendo a toda marcha apenas escuchaban la campanada de salida de clase, cuando los mercados del sudeste asiático y Oriente Medio suprimieron todas las barreras para llamar la atención de inversionistas extranjeros.
Sin embargo, al sol de hoy, en Oriente Medio se pueden contar con una mano las empresas que dominan el mercado.
Las empresas más jóvenes son las más temerarias y, por ende, las primeras en chocar con la pared -aunque las hay que no. Y sin embargo, son estas las que más anuncian con fuegos artificiales la buena nueva de la globalización financiera para el desarrollo de negocios. Ahora bien, el caso contrario también es cuestionable y peca de una posición muy conservadora, al negar la posibilidad en pro del progreso que venga de tal dinámica.
Por mi parte, siempre vi en los mercados financieros globales una oportunidad para el desarrollo empresarial, pero sin despreciar el mercado intra-nacional que da, no solo a nuestras organizaciones, sino a toda la población hondureña, cierto bienestar. Después de todo hay un plus de confianza al saberte parte de una economía local que conoces bien, y en la que aportas a tus connacionales, aunque los índices de ganancia estén por debajo de otros mercados emergentes.
Consideraciones
Viendo las tendencias del desarrollo de empresas a escala mundial , justo cuando los BRIC no han dado un gran salto, cuando el Brexit presiona fuerte y la economía mundial se resintió del crack en la década pasada, el reto que presenta la globalización a los empresarios hoy es si están dispuestos a arriesgarse, a aceptar que nada parece estar inmutable y que todas las probabilidades están en juego, en un mundo en que la economía real deja el campo abierto a una economías cada vez más especulativa, encargada de mover ingentes masas de flujos de capitales de un mercado a otro, con riesgos a sufrir la volatilidad de los mismos, a cada paso.
En este sentido, todo desarrollo empresarial depende en parte de la visión panorámica que tengas del mundo, de la capacidad de análisis de tu equipo, de sopesar pros y contras, de no invertir en la primera oferta en mercado emergente aun desconocido por ti, en tener, sobre todo paciencia. Y saber que hay tiempos diferentes para la cosecha y para recoger los frutos.