En estos tiempos de competencia económica y desarrollo, existen múltiples conceptos empresariales que surgen y se vuelven cada vez más comunes de escuchar; dentro de estos, destaca sin lugar a dudas un concepto que se ha hecho muy popular en los últimos tiempos: El emprendedor.
Ahora, ¿entendemos realmente lo que este concepto significa?
¿Qué es un emprendedor?
Si definimos al emprendedor dentro de uno de los conceptos tradicionales, podríamos decir que este consiste en una persona que sabe descubrir, identificar y organizar una oportunidad de negocio en específico, para posteriormente disponerse a organizar y conseguir los recursos necesarios para darle pie.
Sin embargo, ¿es entonces un emprendedor solo aquel que sepa cómo aprovechar una oportunidad de negocio?
En mi vida he visualizado múltiples personas, que, a pesar de contar con distintas características, luchan para lograr sus metas de manera especial; son personas que tienen una idea que los apasiona, un objetivo que los desvela, y que con todas sus fuerzas planifican de manera inteligente el logro de esta.
Ser un ser humano capaz de canalizar las características de tu entorno, y de manera ética y responsable, cumplir sus sueños de manera exitosa. Esto es en mi opinión, lo que realmente significa ser un emprendedor.
Por esto, un emprendedor debe primero que nada entender su pasión interior; debe saber reconocer sus emociones y poder planificar cuáles serán los marcos de acción que abordará para de manera correcta gestionar el cumplimiento de esa pasión.
¿Y cuáles son las características que debe poseer?
No existe un currículo exacto que defina si un emprendedor será exitoso o no, pero en mi opinión, toda persona que planee introducirse en el mundo del emprendimiento deberá entrenarse para manejar una serie de factores que le serán de ayuda en el logro de sus objetivos. Dentro de este perfil destaca:
- La posesión de iniciativa para el desarrollo de tus proyectos, ya sea al prestar atención al tiempo destinado para el trabajo y el seguimiento de los detalles relacionados a este.
- El manejo de inteligencia emocional en el trato con grupos y contactos. Nunca olvides que una persona inteligente siempre velará por ser agradable para los otros miembros de la sociedad.
- La posesión de vigor y resistencia en el trabajo es el tercer factor de importancia en el desarrollo de nuestros proyectos. Un emprendedor que no se sienta motivado a trabajar más de la cuenta en su proyecto, no es realmente un emprendedor.
- Y finalmente, la capacidad de planificación organizada es la última más no menos importante característica de un buen emprendedor. Recuerda, los sueños son importantes, pero la organización en su cumplimiento es una necesidad primordial.
¿Te sientes identificado? Entonces prepárate, porque estás listo para comenzar en el mundo del emprendimiento.