¿Cómo y cuándo se debe aplicar el liderazgo situacional?
En la actualidad, existen distintos tipos de liderazgo aplicables en las empresas. En este caso, me referiré al situacional, que consiste en que el líder debe adaptarse a las condiciones o situaciones que se estén presentando, lo cual implica que también debe adoptar el estilo de los trabajadores o implicados en el proceso y no al revés, como suele ocurrir normalmente cuando hablamos de un líder.
En este sentido, en los momentos de crisis de las empresas y en situaciones complicadas, puede resultar muy bueno este tipo de liderazgo, porque se asignan roles que van acorde a lo que está sucediendo, para encontrar soluciones más adecuadas. La empatía es clave en este tipo de líder.
El momento para ser líder en una situación en particular
La flexibilidad que caracteriza al liderazgo situacional ha hecho que tenga muchos seguidores alrededor del mundo, puesto que, brinda un punto de vista más amplio. En este sentido, se ajusta al momento profesional de cada empleado y por lo tanto hay directrices que se adaptan a las conductas que se derivan de cada situación, resultando en mayor organización y eficacia empresarial.
Además, un líder de situaciones conoce muy bien a cada empleado con el que trabaja, valorando sus niveles de competencia, de motivación, de confianza, y cuáles son sus conocimientos y habilidades, para asignarles tareas que realmente les correspondan y en las cuales vayan a ser productivos.
Si hay un momento de crisis en la empresa, como por ejemplo, que las ventas han disminuido, el líder situacional debe analizar qué es lo que está sucediendo en el mercado, para explicarlo a los trabajadores y adoptar responsabilidades que les permitan actuar adecuadamente. Así, los vendedores más experimentados aplicarán nuevas estrategias de ventas, los fabricantes del producto o servicio mejorarán algunas falencias y los encargados de la administración velarán por la rentabilidad del negocio a partir de las nuevas medidas.
En el liderazgo situacional, los trabajadores o seguidores suelen tener mayor responsabilidad, porque, como dije al principio, aquí se trata de entender a cada quien y adaptarse a ellos, no son ellos los que deben moldearse como el líder. En este sentido, los empleados conocen su papel y lo llevan a cabo con poca supervisión requerida.
Es importante destacar que, en este caso, el líder todavía sigue encargado de la toma de decisiones finales, pero lo hace tomando en cuenta y analizando las opiniones de su grupo de empleados, que habrán analizado qué es lo mejor que se puede aplicar en ese tipo de situación en la que estén.
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